domingo, 20 de julio de 2008

Día 2 en China

Después del primer día de viaje en avión y caminar como loquito por las calles de de Shangai, pues disfruté plenamente mi primer noche en china, claro pues tenia pagado el hotel Holiday Inn Express que la verdad tiene muy buen servicio, pues nada como me dormí a las 7:00 p.m. (ya no aguantaba el sueno) pues me desperté claro esta a las 4:00 a.m., así que como no tenia pero nadititita de sueño opté por prender la tele y ver algunos programas y noticias en chino, digo para ir acostumbrándome al idioma, también revise mis documentos, un poco lo del itinerario, hasta que dieron las 6 de la mañana por que tenia un hambre espantosa, así que a las 6:10 horas estaba en el comedor.

Waow!! que buen desayuno, debo decir que es el mejor que he tomado en un Holiday Inn Express, ya que tenia lo normal (leche, huevo, pan tostado, cereal, fruta, café, etc.) pero también tenia una especia de salchichas de pollo muy buenas, leche de soya riquísima, unas sopas calientes propias de la región, también excelentes, y muchas verduras?

Después dejé la habitación, cuando hacia el check out me encontré con un mexicano en la recepción quien pobre de el, lo compadezco por que si mi ingles es pésimo el del era horrible, Me dijo que estaba de trabajo, que era supervisor y que tenia que ir a supervisar unas válvulas que su empresa mexicana les compro a los chinos pero que las habían hecho mal y que se regreso la producción y el debía corroborar su manufactura, eso me dice que en china es barato, pero cuidado, por que la calidad puede ser deficiente.



Ya enfilado tomé un taxi y me fui al templo del Buda del Jade, un lugar de oración muy interesante, y al parecer importante, pues había fotografías de personalidades de la política internacional como jefes de estado que habían hecho visitas oficiales. En ese lugar se respira una gran tranquilidad, y es muy interesante ver a los chinos orando, al igual que los monjes (esos peloncitos con batas de baño largas) en este lugar aprendí que existen diversos tipos de budas, gorditos delgados, femeninos, sonrientes, negros, enojados, etc. el que más me gusto es el que se estaba riendo, es un buda muy simpático. Es un tanto incomodo visitar el templo en calidad de turista, pues me sentía mal de andar como japonesito tomando fotos de cada rincón del lugar y la gente ornado, pero en fin no todos los días se esta en un templo budista, fue una grata sensación el estar en ese lugar, y debo admitir que me relaje bastante. Al salir del templo, comencé a caminar por los alrededores, hasta que me cansé de plano y me senté a ver mi guía para ver que lugares podía visitar, debo hacer un paréntesis en relación a la guía-libro de frases y vocabulario en chino pues debo darle el merito suficiente al autor del libro

Después tome un taxi a Xiantiandi que decía en mi guía que era un lugar recomendado me desilusionó un poco este lugar ya que es algo así como el Polnaco de Shangai, es decir, lugares para comer elegantes, tiendas caras, con muchos turistas europeos, es una zona bonita y turística pero como mi idea es conocer la antigua china y lo mas tradicional pues di un paseo por ahí y me fui al centro de Shangai, ahí estuve un rato en la calle Nanjing que es la zona más turística ya que encuentras centros comerciales, tiendas, un mundo de chinos y turistas. Después me pase al “The bund”, cerca de la calle Nanjing, que son edificios muy grandes y bonitos estilo “art deco” (increíble en China) al parecer es la zona que más edificios de ese estilo existe en el mundo, la verdad parecía que estaba en Ciudad Gótica.

Luego de caminar un buen rato me fui a comer y a tener mi primer encuentro con la cerveza china (muy sabrosa) bien fría, pero como Rosy me dijo que no me emborrachara pues nada mas me tome dos cervezas “tsingtao” de 600 mililitros cada una, justo para quedar bien relajadito.
En Shangai abundan (además de los chinos) las bicicletas y vehículos de dos ruedas, como motonetas, bicicletas eléctricas, y el circular por las calles es difícil tanto para peatones como para carros y bicicletas, cuando te subes a un taxi pareciera que es el último viaje de tu vida o que de plano el chofer va a atropellar a dos que tres chinos, pero también debo mencionar que ese caos se encuentra perfectamente "sincronizado" pues todo mundo tiene preferencia, pero nunca he visto ningún accidente pues justo cuando están a puntos de chocar los vehículos, atropellar peatones o arrollar bicicletas, todos reaccionan instintivamente sin inmutarse evitando la colisión. Vaya estos chinos tienen una forma de vivir caótica, debo confesar que ya me estoy adaptando pues al principio llegue a gritar al taxista ¡cuidado! o ! “perate” wey! ahora voy de lo más relajado.



Finalmente, después de comer una especie de carne con chile, verduras y pimientos verdes, pues me fui directo a la estación de trenes a tomar mi tren a beijing y esa fue otra travesía, como ya sabia lo que me esperaba, ya que un día antes compré el boleto ví a la multitud de chinos en la estación de trenes, pues me mentalicé y dije, bueno a darle duro con la paciencia y tratar de buscar mi sala de espera para tomar mi tren. La incertidumbre que me albergaba respecto de la cama se disipo agradablemente, pero antes debo decir que sin saber, creo que estafé o corrompí a los chinos que trabajaban en la estación, pues primero ante el infinito de chinos que viajaban, (podrán verse en las fotos) pues me traía el personal de la estacion como pelotita, de sala en sala en sala, finalmente me mandaron a una en que había muchísimos chinos, algo así como la central del norte en el D.P. pero llena de chinos. Luego un chino me dijo que lo siguiera junto con otros cinco chinos y termine llegando a una oficina en la que una chinita me pidió SIN RECIBO A CAMBIO 12 yuanes, como nadie sabia hablar ingles, pues me dije dales esos yuanes a los chinos que tanto son 18 pesos, si no aquí te destazan. Al final creo que pague una buena mordida por evitar a todos los chinos que estaban en mi sala y pase una hora antes al tren antes de que partiera, solas las camas, creo que me ahorre una buena fila llena de chinitos oliendo a pescado y con el calor que hacia de la fregada, creo que falte a mis principios de aventurero pero por esta ocasión el motivo ameritaba el pago de los 12 yuanes.

Se debe de recordar que el tren salió a las 8:30 p.m y yo tenia sueño desde las siete de la noche, así es que llegue al vagón me acomode, me toco en medio de tres literas y a dormir se ha dicho. Cuando desperté eran como las 5 a.m. y el vagón lleno de chinitos durmiendo, me desperté con mucha hambre y pasaron vendiendo comida y compre un plato de sopa de espaguetis, con carne, camote, y verduras, muy buena, ah y leche de soya calientita con dos muffin riquísimos !que buen desayuno!!
Llegue a Beijing a la 9:30 a.m., la cama del tren super bien es algo parecido a la cama del consultorio de un doctor (mas o menos) sabanas totalmente limpias y un cobertor muy cómodo así como la almohada, por lo que no tendré ningún empacho en seguir viajando en cama dura, por los compañeros pues éramos 4 chinitos 1 chinita y yo, todos se reían conmigo pues eran muy amigables y trataban de hacerme plática, claro que con mi librito de frasees todo mundo me entendía, me tardaba mucho pero finalmente entablaba comunicación, yo no les entendía ni “j” por lo que ellos leían mi libro y buscaban lo que me querían decir pero como no esta ordenado para ellos, pues difícilmente lograban encontrar la frase que me querían decir, en fin todo era cordialidad y muchas risas, a veces me siento como un ser extraño, pero los chinitos son muy simpáticos y me da risa cuando se ríen, cierran mas los ojitos pues también los hago reír yo, me deben de ver diferente.Es buena experiencia viajar en tren con tantos chinitos por que entiendes un poco de su cultura, les gusta jugar cartas todo el tiempo y también están los mirones, que aunque no juegan se divierten como enanos, es común ver en China a pequeños grupos de 7 o 10 personas jugando cartas y muchos mirones riéndose con ellos, pues así fue el viaje a Beijing, con un montón de chinitos riéndose de mi y yo de ellos, pero en buen plan.

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